Entorno
La Rectoral de Lucía se encuentra a tan sólo 3 km de Redes, un pueblo de arquitectura indiana y marinera tradicional del municipio de Ares, cuya singularidad lo ha llevado a convertirse en escenario de numerosas series televisivas y rodajes cinematográficos de destacados directores Pedro Almodóvar. Sus fachadas coloridas y su puerto emergente de actividad contribuyen a que esta villa sea considerada por muchos como la Venecia gallega.
No muy lejos de aquí se encuentra Cabanas y su playa de La Magdalena, un magnífico arenal de 1 km de extensión al que antecede un pinar con multitud de merenderos, zonas de barbacoa y descanso donde reposar a la sombra tras el obligado paseo a los pies del agua o por la senda peatonal que discurre por el lugar.
Al otro lado de la ría se encuentra Pontedeume, una villa por la que pasa el Camino Inglés y cuyo casco histórico nos transporta al medievo. Prueba de esta época es el torreón de Andrade, único resto que se conserva del antiguo pazo que Fernán Pérez de Andrade ordenó construir en el siglo XIV y que hoy en día es considerado Bien de Interés Cultural.
En Pontedeume se ubica también el conocido Parque Natural Fragas do Eume, uno de los bosques atlánticos de ribera más sobresalientes de Europa. Solo accesible andando, el entorno concentra cientos de especies vegetales además de fuentes, cascadas y, por supuesto, el hermoso monasterio de Caaveiro, un antiguo cenobio que presume de más de diez siglos de vida.
Ya en Ferrol, merece la pena acercarse hasta las playas de Doniños, Esmelle o Ponzos; visitar el castillo de San Felipe; callejear observando obras artísticas como las Meninas de Canido; o realizar la denominada “Ruta Selfie”, un itinerario que engloba los principales puntos de interés de la ciudad y en los cuales se han colocado encuadres para la toma de fotografías.
En definitiva, el entorno ideal para disfrutar de las múltiples alternativas de ocio que el ofrece la zona: senderismo, rutas a caballo, vela, paseos en barco, snorkel… sin olvidar su magnífica gastronomía, donde la costrada eumesa, el pulpo de Mugardos, el pan de Neda o la tarta de Narón son de obligada cata para los paladares más exigentes.